En la familia se internalizan los límites, propios y de los otros, así como también la importancia de respetarlos. Generalmente, los hijos aprenden y repiten los modelos de sus padres (aunque los hayan padecido). Los especialistas conocen como “herencia social negativa” a la violencia física y psíquica que ejecutan abusadores que de niños fueron abusados.
Hay padres que buscan una guía práctica para la crianza de sus hijos; sin embargo, cada niño es único, aunque hay ciertos principios generales que nos ayudan a ser más conscientes.
Las Constelaciones Familiares nos enseñan que la educación ha de priorizar la pertenencia y la integración mediante el respeto de las individualidades: ser inclusivos de las particularidades. La integración es el patrón de un sistema familiar sano. La exclusión causa conflictos internos y externos.
Como adultos debemos ser responsables porque damos ejemplo. Es importante revisar constantemente nuestros valores para adaptarlos a la realidad cambiante.
La autoestima positiva hace valorarnos y valorar a los otros como seres únicos; esa es una de las grandes enseñanzas que nos otorgan las Constelaciones Familiares.
